domingo, 17 de febrero de 2013

La noche llega.


La cara descompuesta,
las ojeras malvas,
de quien te ve y no te salva.

El latigazo del temporal
de quien te roza y luego se va.

El vino en tu garganta,
la dulce melodía
de quien a tus orejas canta.

El caminar irregular,
los pasos en falso
de las nubes al despertar.

De tus lágrimas secadas
de tus escondidas escapadas.

Las mentiras en la boca,
del fantasma que te invoca.

Te sientas y te acomodas,
mientras las flores brotan.

Y el tiempo sigue avanzando,
tú te pudres y te ahogas gritando.

La luna mece,
tú te creces.

La noche te acompaña
con las drogas tú te ensañas.

Tus ojeras malvas regresan
y tus llantos ya no cesan.

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