lunes, 11 de febrero de 2013

Felicidad.


Todos la buscamos fervientemente, y anhelamos abrazarla y retenerla con nosotros para siempre. Pero todos coincidiréis con que es tristemente escurridiza. Yo incluso, sintiéndolo mucho, voy más allá.
La felicidad es tan efímera como un pestañeo invisible o un bostezo rápido. Incluso a veces he pensado que ni siquiera existe. ¿Qué supone ser feliz? Ser feliz se da cuando muchísimos factores coinciden en un único punto. Perfecto, todo debe estar perfecto. Felicidad y perfección son dos conceptos que están muy unidos, mucho más de lo que podemos imaginar.
Ese estado que muchas veces creéis tener se llama estar contento. No voy a negar lo que es evidente; hay veces en las que puede parecer, o incluso puede que así sea, que seamos totalmente felices. Pero, qué raro, una mínima discusión trunca y estropea cualquier buen estado de felicidad, o puedo ir más allá, una muerte, una pérdida irreemplazable puede hacer mella en ti durante meses, incluso años, o lo que es peor, de por vida. ¿Por qué? Por la perfección. Muchos dicen que no existe, y sí, estoy de acuerdo. Nada es perfecto, siempre tenemos algo que sobra o falta en nuestra extraña vida, siempre algo sale mal, o simplemente se estropea lo bueno, siempre queremos incoherentemente algo más de lo que tenemos, siempre hay sueños que queremos cumplir y entorpecen hasta el más brillante de los día. Pero ¿Y si hubiera alcanzado todo lo que sueño, y aún así no soy feliz? Cierto, somos seres racionales, y aunque no lo parezca estamos socialmente unidos, quizá no tanto en conjunto humano de desconocidos que ni siquiera sabemos quiénes son, pero si unidos física y sentimentalmente a nuestros amigos, familiares y conocidos. Y aunque tu vida este en perfecta armonía, siempre habrá alguien que, orgullosamente, te importa, que está pasando por un mal momento, todos conocemos a alguien que hoy en día no es feliz; y como ya he dicho, perfección y felicidad van a la par, y si no está lo primero no existe lo segundo. Así de fácil es como nos han engañado.
Y ahora os preguntáis, tal vez, que habéis hecho durante tanto tiempo, y puede que también penséis que lo habéis hecho fatal. No, todo lo que sea intentar que tú y tus allegados se planten con una bonita sonrisa vale la pena. Da igual, llámalo como quieras, está bien intentar ser feliz. Pero recuerda que sólo dura un tiempo, un momento, un chasqueo de dedos... Hay que vivir lo mejor que se pueda en este mundo terrenal. Pero poco o mucho, que bien sienta eso ¡Joder! Disfrútala.

Puede que parezca que estoy loca, o tal vez sólo intento ser feliz...






No hay comentarios:

Publicar un comentario