miércoles, 16 de septiembre de 2015

Cuatro.

I
"Tu colchón sigue siendo una suite de lujo. Un bonito precipicio"
He calculado mal el invierno.  Tendré que no acostumbrarme al sol de otoño; tendré que acelerar enero. 

II
Mis ojeras están hechas a tu medida. He perdido la cuenta de noches que no siento tu punzada.  ¿Dónde estás? Tengo asma de ti, una rabia sin justificar, tos lacrimal y un grave nudo en la garganta.
Creo que a este nudo aún le puedes dar otra vuelta. 

III
"Ya ves, siempre pensando que el amor era una cárcel; pero al otro lado de su alambrada tampoco está la libertad"

IV
Ya estoy acostumbrada a las drogas delicadas. La vida sigue mirándome como si no entendiera nada; sigo teniendo  el aroma de tu sexo quemándome en los dedos. 
Me has puesto muy difícil eso de no ser una inconsciente.
Puedes seguir dejándome sin palabras, recuerda que entonces tendrás que entretener mi boca.

V
Desde ayer el café es solo y con leche. De ti me bebería hasta la última gota. A ti, la longitud de mi debilidad. Quizá sea tarde para volar, pero no para trepar. Será tarde para mí, pero no para un conmigo.

VI
Cuatro de cada cinco veces pienso en ti. La otra en nosotros. 

VII
Te juro que si salimos de esta te invito a otra -"no jures tonta", dirías tú-
¿Sabes? Podría haberte evitado, pero quise sentir. 
Esperarte mucho ¿O no? A veces mucho es un montón de nada. Me apeteces como nunca y no te tengo como siempre. 

VIII
No quiero salir ilesa, es una mala forma de morir.
Podría llorar -más- pero voy a vivir. He dejado de ir hacia donde quiera que estés. Ahora mi peor adicción es el vértigo que me das. Y ojalá que cuando me toques se te vaya de las manos.

IX
Fíjate, toda esa gente leyendo lo que te escribo a ti. O alomejor no te escribo a ti. Y ahora piensas: "¿Será para mi?"
Pero mira, "me volvería a tirar" pienso, mientras  voy cayendo. 
Te has ido y me echo de menos. Has sido el detonante que no se ha quedado a ver la explosión.
Pero ya no importa; sé que para ser olvido hacen falta muchos recuerdos. Y de esos tienes sacos.


X
Por ahora sigo despertándome en el lado equivocado de la vida.

¿Qué hago yo sin mi propio Sol?

Cartas de la chica Simiesca.