martes, 12 de marzo de 2013

No sé.

-En realidad no sé que has visto en mí. Ni tampoco sé que extraño empuje te lleva a estar conmigo todos los días, incluso, puede, fabricar un bonito pero imperfecto futuro. Soy una miedica. Temo todas las cosas pequeñas y asquerosas que pueden correr por las paredes casi invisibles para el ojo; me da miedo la lluvia, el parpadeo que se cierra y nunca más vuelve a abrirse, las carreteras, el coche, el tiempo que corre, el mar, caminar sola sin rumbo, los hospitales, las muñecas de porcelana, los payasos; me dan miedo lo principios pero mucho más que los finales se hagan notar, me da un extremo miedo acabar sola.
Rara vez voy a la peluquería, me corto el pelo yo sola, asimétrico, loco y siempre poco; tengo las puntas totalmente abiertas, la mascarilla y yo no somos muy amigas. Se me olvida echarme crema hidratante, no se ni me interesa maquillarme bien y mis uñas siempre son el reflejo del olvido. En invierno necesito una bolsa de agua caliente para conciliar el sueño, que todo este totalmente quiero, tranquilo y completamente oscuro, sin un mínimo hilo de luz. En verano me tapo como si hiciera frío y necesito cada noche un helado. Adoro el chocolate y si fuera por mí cada día comería macarrones con huevo, atún y tomate. Soy una persona totalmente dejada y despistada. Se me olvida tomarme la medicina, coger cosas que luego se necesitan, a veces, incluso, se me olvida comer. Odio desayunar, pero nunca digo no a un buen café. Para dormirme necesito tocarte la cabeza y mover los pies en círculos. No soporto que absolutamente nadie me toque los pies, ni si quiera el médico. Lloro siempre que otra persona llora. Adoro cocinar pero no tanto comer. Soy maleducada, grito e insulto siempre que puedo, luego me arrepiento, pero siempre es demasiado tarde. Soy un poco bipolar, y no me siento bien en las distancias cortas. Me enfado muy rápido pero me contento todavía más. Siempre he de tener la última palabra. Digo cosas que no siento, y muchas veces la sinceridad me deja en muy mal lugar. Tengo la triste facilidad de aparentar que me olvido de las cosas y también de las personas. Soy rencorosa, puñetera y mandona. Nunca combino mi ropa interior, ni aunque lo intente. Tengo más ropa y zapatos de los que en realidad necesito, y las comprar prefiero hacerlas sola. Me gusta todo lo que no puedo hacer. Adoro la filosofía, a René Descartes. Amo por encima de todo a mis perras incluso mucho más que a otra gente. Soy independiente pero aborrezco la soledad; si he de ser celosa absorbo lo que me pertenece y no dejo que toquen lo mío. En algunos momentos soy insoportable, pesada y borde.

Sinceramente no lo entiendo, no se que has visto en mí.Pero cuando pienso en que he podido ver yo en ti, me acuerdo de que el amor lo que hace es convertir todas esas cosas malas que creemos tener en delicadas y graciosas virtudes. Aunque yo, voy mucho más allá, y por mucho que lo intento no veo por que razón quieres estar conmigo¿Vas a irte de mi lado y mandarme a la mierda, a la que peor huela?

+Si, algún día. Hasta que llegue ese momento quédate aquí conmigo, hasta el último momento.






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