viernes, 12 de diciembre de 2014

Metáforas tóxicas.

Hoy hace un diciembre que te despinté.
Y no queda ya realidad que me quite este esplendor de las sabanas sin tu olor. 

No puede haber verdad en tanta mentira.
Me gustan las mentiras. Soy feliz. 

Hoy hace un invierno que te desconocí. 
No he podido saber quien soy cuando tu dejabas de ser. No he podido quitarte el silencio hueco de tu cariño seco. No he querido salir a buscar tu mundo. Se me hace lejano, se me hace moribundo.

Hace una tarde fría que te desabrigué, 
de mis sonrisas cálidas, de mis mejillas pálidas. Que te he llovido café para que soportaras mis tránsfugas noches no desveladas; yo dormía y tus ganas incompletas se helaban, de mi frío orgasmo, de mi no sistemático espasmo. 

Hoy hace un llanto que te desaté. 
Y he bebido tequila, para no saborear las hieles de tu no amor precoz. Y he querido las mieles de tu triunfo ganador. 
Pero ya no hay estrellas suicidas, porque te dejé las venas vacías.
Y todas mis poesías perecieron en sequía.

Hoy hace un sol extraviado que no muerdes mi tuétano. Que no rebuscas la ejecución de mi sótano. Estoy esperando tus burdas diligencias. Y no sabes que los huracanes de mis pulmones ya no tienen paciencia. Son las sombras de todas mis sentencias.  

Hoy hace un sórdido año que no tengo regazos de abrazos. Han dejado de sangrar palabras. Y ya he gastado mi sexta vida y no te gustan los gatos. La última la quiero para desquitarme. Ya no quiero mirar hacia ninguna parte, sin antes mirar dentro de mi. 

Hace una navidad con desastres desconsolados. De días caóticos  con metáforas tóxicas. De todas mis noches crudas y poemas de Neruda. 

Hoy hace una luna decreciente que de repente la realidad ha venido sin más, únicamente para dejarme un poco menos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario